Se elabora a partir de quesos semicurados y curados mezclados con aceite de oliva virgen extra y aguardiente (orujo) de manera que se provoca una segunda fermentación (oxidativa). De textura cremosa y untable, con sabor fuerte, largo y persistente, ligeramente oxidado y con aromas que recuerdan el aguardiente y el aceite de oliva. Dejado autofermentar 2 meses como mínimo.