Procesada de manera artesanal y no lleva conservantes ni colorantes. Es un pariente cercano de los rebozuelos y, al igual que ellos, un excelente comestible estando fresco o seco. Su aroma tiene personalidad, con un fondo fuerte de materia silvestre, pero con una entrada o ligero perfume inicial dulzón y al mismo tiempo, como de especias. Algunas recetas: Arroz trufado con langostinos y trompeta de la muerte, rape con trompeta de la muerte, calamares rellenos con trompeta de la muerte, magret de pato con salsa de uvas y trompeta de la muerte.