La anchoa es un pez viajero, que a lo largo de su vida recorre miles de kilómetros para buscar alimento. En Conservas Ortiz pescan anchoa del Cantábrico, la de mayor calidad.
Las anchoas de Ortiz pasan al menos 6 meses madurando en barriles con sal, una vez alcanzado el nivel deseado de maduración se filetean a mano, una a una, y se envasan en aceite de oliva.
Una vez abiertas, para mantener todo su sabor hasta cinco días, es importante conservar las anchoas en el frigorífico, preferiblemente tapadas y sumergidas en aceite oliva.
La anchoa ocupa un puesto de honor en la cocina, no sólo por el delicioso sabor y versatilidad, sino porque puede presumir de tener propiedades que la hacen única:
Fuente de proteínas de alto valor biológico.
Alto contenido en ácidos grasos omega 3, que nuestro cuerpo no genera por sí mismo.
Rico en vitaminas del grupo a, d, e y k, que ayudan a reforzar el sistema inmunológico.
En este caso, las encontramos en aceite de oliva, rico en ácido oleico que ayuda a regular los niveles perjudiciales de colesterol en sangre.