Dedicado al antepasado que inventó la receta a principios del siglo XX, procede de mosto de uvas maduras y pasas. Aromas a confituras de ciruelas y frutos rojos se entrelazan con toques de miel y vainilla en este elixir de gran densidad y dulzura, perfecto para condimentar en crudo los más diferentes tipos de preparaciones, desde dulces hasta saladas. Elaborado con mosto cocido de uvas tardías secadas en bastidores y vinagre de vino añejo. Y envejecido en barricas, con la adición de vinagre balsámico ya envejecido extraído de pilas de barricas centenarias.